El largo proceso de la Innovación en Salud

La aplicación de la Innovación Tecnológica en la Salud implica un proceso muy diferente al de otras áreas del conocimiento. 

La creación de valor en las empresas de este sector no depende solo de un emprendedor tenaz que decide cambiar el mundo. Este es un componente muy importante, sin dudas, pero solo es una parte de un proceso multi sectorial extremadamente inter dependiente.

En la Salud intervienen múltiples agencias de promoción y de control para garantizar al paciente la seguridad y eficiencia de los nuevos productos, pero si estas agencias no están coordinadas, la innovación es imposible.

¿Se puede generar un Ecosistema favorable para la creación de Empresas de Innovación Tecnológica en Salud? 

¿Puede ser la Ciencia Médica Argentina la próxima Meca de creación de valor económico para la Argentina?

Cuando pensamos en un emprendimiento innovador en Salud debemos tener en cuenta los siguientes actores:

1. Incentivadores. Normalmente se trata de una agencia del gobierno o una entidad de bien público, como una fundación u ONG que puede ser nacional o internacional. Son los encargados de bajar una línea de interés que va a sugerir el rumbo de los procesos de investigación. Fijan los objetivos a largo plazo teniendo en cuenta variables macro económicas, demográficas y / o epidemiológicas. No buscan una rentabilidad concreta sino la solución o balance en un escenario futuro.
2. Patrocinadores / Innovadores. Son empresas o emprendedores que interpretan los incentivos anteriores. Sus acciones no siempre se limitan a seguir a los mismos, ya que también actúan según estrategias corporativas o por visiones personales del mercado, pero los procesos funcionan mucho mejor si las acciones de ambas partes están alineadas desde un principio. Su motivación es económica y su objetivo es consolidar la innovación a través de productos o procesos patentables, o estructuras empresariales difícilmente replicables. Pueden participar de todo el proceso de investigación o solo de alguna de las fases del mismo, a cambio de un porcentaje de la propiedad de la patente.
3. Investigadores. Contrariamente a otras mercados, el investigador muy pocas veces es el innovador, algo que ocurre con muchísima frecuencia en la Informática, Internet o en otras Industrias. En salud, los investigadores son profesionales expertos que participan en el diseño, la implementación y la evaluación de la investigación. Son coordinados y controlados por empresas de auditoría específicas (CRO) y sus motivaciones principales son sus honorarios y los réditos académicos que obtienen por participar en la investigación. No están comprometidos con el resultado final del emprendimiento ni con los resultados de la investigación aunque, obviamente, su desempeño en este sentido es una condición muy favorable para sus carreras.
4. Reguladores. Encargados de autorizar todas las fases de la investigación, desde el protocolo inicial que servirá de guía, hasta los avances por las siguientes fases hasta llegar al mercado. En este último punto puede que participen varias agencias reguladoras, muchas veces sin una coordinación real ni efectiva. Aunque parezca extraño, ya que forman parte de la misma corporación (el gobierno), los reguladores no están vinculados con los incentivos, por lo tanto muchos incentivos otorgados puede que nunca lleguen al mercado y nunca cumplan con sus objetivos macroeconómicos, demográficos o epidemiológicos.
5. Mercado. Cuando el producto o servicio es finalmente autorizado por los Reguladores para su comercialización, ingresa al mercado para demostrar en la competencia que las visiones de los incentivadores, patrocinadores o innovadores eran correctas. El problema es que en la Salud la competencia no es lineal ni se rige por variables como precio, calidad, servicio y marketing. En la salud podemos encontrar:
   1. Decisores. Normalmente médicos, aunque últimamente también farmacéuticos. Analizan los productos en el mercado y los promueven entre sus pacientes/clientes. Se complementan o compiten según sus propias necesidades e intereses económicos.
   2. Financiadores. PAMI, Obras Sociales, Prepagas, etc. Incorporan los productos innovadores con discrecionalidad de acuerdo a análisis de costo / beneficio. No participan de los procesos anteriores. En la actualidad ningún Financiador actúa como Patrocinador, aún cuando deberían ser los principales interesados en generar productos o servicios innovadores que disminuyan sus costos operativos. Sus decisiones deciden la suerte de los productos innovadores en el mercado ya que, junto con los estados provinciales, concentran el 80% del mercado de consumo. Es importante saber que el sistema financiador de la Salud ha logrado desvirtuar una herramienta fundamental como el mínimo de servicios obligatorios (Plan Médico Obligatorio), al convertirla en una lista exhaustiva de servicios que limita el ingreso de la innovación. Es decir, lo mínimo obligatorio se convirtió en lo máximo permitido.
   3. Consumidores. Los pacientes pueden decidir la compra de productos o servicios y pagarlas de su bolsillo, pero es necesario tener en cuenta ciertos parámetros culturales: La dependencia de los pacientes a los médicos, el gasto fijo compulsivo o voluntario que debe realizar a sus sistema de salud, la limitada capacidad para comprender ventajas técnicas competitivas, y las limitaciones de publicidad y comunicación de las empresas productoras.

Estas condiciones intrínsecas de la salud son las causas principales de que el mercado local de productos farmacéuticos esté compuesto en su mayor parte de copias, que el desarrollo de muchos tratamientos médicos permanezca en las sombras, que la mayor parte de las decisiones estratégicas en Salud se tomen por presiones judiciales, o que los incentivos gubernamentales sean un negocio en sí mismo, solo accesible para un reducido grupo de corporaciones con la capacidad de reunir las condiciones requeridas.

Entonces, por todo esto nos preguntamos:

¿Es posible generar un ecosistema favorable para la creación de Empresas de Innovación Tecnológica en Salud?

¿Puede ser la Ciencia Médica Argentina la próxima Meca de creación de valor económico?

Las respuestas a estas preguntas en el próximo post...